10 marzo, 2010

Ave María Purísima.


La campaña del año pasado contra el aborto lanzada por la Conferencia Episcopal Española nos sorprendió a más de uno con su más que un controvertido cartel que no ha dejado indiferente a nadie. En un contexto de polémica, suscitada en torno a la reforma del aborto.


Esta campaña fue lanzada en vísperas del 25 de marzo, día de la Jornada por la Vida. En ella se muestra un bebé y una cría de lince, encima de la cabeza del primero, aparece: "¿Y yo?" y bajo ellos se reza: "¡Protege mi vida!" Además de haber una tira cronológica, en la parte superior del cartel, siguiendo los pasos del embarazo dónde se observa al feto desarrollarse.
La provocación en este caso me parece máxima. Está claro que la Conferencia Episcopal busca el debate sobre la moralidad y legitimidad del derecho al aborto, a través de convertir esta campaña en noticia.


Pero, bajo mi humilde opinión, comparar la vida de un animal protegido y en vías de extinción como el lince con la vida de un humano, es cuanto menos aberrante y carente de sentido.
La Iglesia apela a que se tiene mayor consideración por la vida animal que por la propia humana. Ya que se está penando incluso con penas de prisión a aquellos que atenten contra la flora y la fauna protegida en nuestro país. Y concluyen calificando el aborto como delito, y reclaman lo mismo para aquellos que de alguna manera contribuyan a la práctica de un aborto y saquen beneficio.


Creo que la Iglesia, peca (y eso no es cristiano) de demagogia. La Iglesia se lleva el tema a su terreno y de ahí saca un discurso distorsionado de la realidad para su propia convenencia.


La primera gran disfunción que encontramos es la intrusión de este colectivo en un tema tan delicado, que con todos mis respetos, he de decir que no me parece que sea de su incumbencia. España es un país laico, donde la Iglesia debería mantenerse al margen de muchos temas y no lo hace: tanto en el caso del aborto, que es el tema del que estamos hablando, como el divorcio, el matrimonio entre personas del mismo sexo, etc.


Son problemas sociales que deben solucionarse para el bien de una sociedad que evoluciona y aspira, en teoría, a ser más tolerante.


La Iglesia que dé su palabra, ofrezca sus oraciones y alimente la fe de sus fieles. Pero que no se meta en camisa de once varas con ciertos temas, que sinceramente pienso que le quedan grandes. Las cosas importantes, necesitan, cabezas analíticas, sobre todo, progresistas, sensibles...La Iglesia hasta ahora no ha demostrado eso, es inflexible como su religión dogmática.


Pero esto no es un texto extraido de la Biblia, es la cruda realidad. Y lo cierto, y ahí es donde abordamos la segunda disfunción que existe, muchas veces el aborto viene provocado por causas ajenas a la persona y por motivos de fuerza mayor: violaciones, penas de cárcel, enfermedades de transmisión sexual como el VIH...donde es perfectamente justificable y sobre todo lógico que se tomen estas medidas.


O un ejemplo "menos trascendental", en compración con los anteriores: los problemas económicos que enfrentamos con la fuerte crisis actual y que persistirá por años.
Puede haber un fallo. Los métodos anticonceptivos no son 100% fiables y a veces, pueden traer disgustos que nadie esperaba.


Además cuando se aborta el feto no está formado, en el caso de un aborto legal. Por lo que el niño, que no es niño aún, no sufre.


Es por esto que era beneficioso que se aprobase esa reforma de la nueva ley de aborto, para que las mujeres pudiesen abortar de manera legal, con atención médica de forma segura e higiénica y acabar con las prácticas desagradables en casa que hasta hace nada, desafortunadamente, se seguían llevando a cabo.


Y gracias, que la gente con dos dedos de frente utiliza siempre preservativos a la hora de tener relaciones sexuales, que no sólo evitan traer bebés al mundo no deseados, sino el contagio de enfermedades.


Otro de los temas, que se me olvidó nombrar anteriormente, donde la Iglesia también se mete: no contempla la utilización de métodos anticonceptivos, lo considera antinatural.
Antinatural es tener 7 hijos y no poder mantenerlos y descubrir que además tienes sida y que tus hijos, por tanto, también están contagiados.


Y repito, España es un Estado laico, que siginifica no eclesiástico ni religioso, sino civil donde se prescinde de la instrucción religiosa, (en cualquier diccionario donde se busque las acepciones son similares) donde las personalidades eclesiásticas no tendrían el por qué imbiscuirse en tales asuntos.


Amén.


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