21 abril, 2010

"Convertidos"

Hoy hablaremos de la marca Converse, conocida por todos. Una marca de zapatillas de generaciones. Una moda que nunca muere. Todo el mundo: niños, jóvenes sobre todo y adultos las desean y quieren tenerlas.


Sin embargo, al ser caras, no todos tienen acceso a ellas y compran imitaciones baratas o se quedan tres semanas sin salir ni ir al cine para ahorrar e invertirlas en ese tesoro con cordones.
Esta marca es estadounidense y fue creada por Marquis Mills Converse a principios del siglo XX. En un principio iba dirigida a jugadores de baloncesto ya que estas zapatillas eran cómodas y la suela no resbalaba en las canchas de juego.



Será a partir de los años 70 cuando grupos de "surfers" y "skaters" empiecen a llevarlas donde podemos posicionar a esta marca dentro de la industria cultural.
Converse pasaría de ser una marca específica para jugadores de baloncesto a marcar moda entre los jóvenes desde entonces hasta nuestros días. En la actualidad, los adolescentes las usan por moda y para pertenecer a un círculo social.



Lo bueno de Converse es que parte de una necesidad básica: la de calazarse. Aunque esta necesidad bien podría resolverse con cualquier otro tipo de calzado, Converse nos induce a una falsa necesidad: la de calzar Converse necesariamente, valga la redundancia. Y esto se consigue a través de la publicidad.


Digamos que las empresas "engañan" al consumidor vendiendo necesidades de la misma industria y el individuo, al necesitar ese calzado se motiva, por medio de la publicidad y de su entorno, a comprar esa marca al mismo tiempo que la idealiza.

La publicidad de Converse ha causado un gran impacto en el público durante generaciones ya que siguen comprando esta marca de zapatillas. Su publicidad es llamativa, se vale de referentes culturales de moda en la música, sobre todo, siempre con un toque de la vida común de las personas, donde Converse parece hacernos creer individuales y único. Nos crea una falsa conciencia puesto que no hay casi personalización en sus diseños.



A su vez, esto genera una controversia en la sociedad porque sus modelos son los mismos desde sus inicios hasta ahora, es decir, utilizan un recurso cíclico.


Y con esto, la publicidad de Converse intenta homogeneizar a la sociedad, puesto que vende su producto a todo tipo de público. Converse es un producto estandarizado dado que todas las zapatillas que salen al mercado son iguales, sólo cambia el color de las mismas. Y los mismo está pasando con las camisetas y gorras que la marca está lanzando "recientemente".


Un producto con el que el consumidor ya no tiene identidad propia, a pesar de que crea que está comprando un estilo propio, pertenece a una identidad colectiva controlada por la clase dominante (en este caso, la marca Converse) a la cual aspiramos y tiene su origen en el materialismo. Pero, el concepto de estilo auténtico se revela en la industria cultural como equivalente estético del dominio, por eso "tragamos".


Pues lo cierto es que Converse ha cumplido ya 100 años y lo ha celebrado con lo que ha sido la campaña más exitosa de su trayectoria para ellos se valió de referentes musicales supuestamente "alternativos" y digo supuestamente porque en un principio puede que lo hayan sido pero ahora se encuentran guiados por discográficas y tienen una estrecha unión con la industria cultural y por tanto, están "metidos en el mismo saco", por así decirlo.





Es el caso concreto de The Strokes, Santogold o N.E.R.D. Así, Converse nos vende la idea de lo "alternativo" pero con un halo de "sofisticación" en que se impregnan las "estrellas" que participan en sus anuncios y campañas publicitarias. El valor de una "sofisticación alternativa" que alimenta a esa conciencia, creada por ese universo de símbolos, de la que hablabamos.
La campaña se llama "Conectividad" y se difundió en más de 75 países.



Con un importante despliegue en gráfica y vía pública, la campaña está sumando acciones puntuales en ámbitos vinculados a la música, como hemos dicho. Además de grabarse el "himno de Converse" en un video musical donde aparecen los cantantes de los grupos que mencionamos anteriormente, todos por supuesto calzando Converse:

http://www.youtube.com/watch?v=9TlEJ8ZsRpk&feature=related


En resumen, en cuanto a que esta marca pueda relacionarse en un contexto dentro de la teoría marxista, como explicamos, no lo encontrariamos tanto como el origen para dar lugar a la marca sino como la consecuencia a la popularización de la misma.


Anteriormente a los años 70, la marca era prácticamente ajena a las masas y como hemos dicho, en la actualidad, todo el mundo quiero poseerlas y adentrarse así en un determinado círculo social donde pretender diferenciarse y destacar, a pesar de que cada vez más gente las lleve, lo cual es contradictorio ya que no podemos pretender ser únicos o "guays" (que para el caso es lo mismo), dado el anclado sentimiento narcisista que cada vez es más evidente en una sociedad cada vez más capitalista (la gente es lo que tiene) y está a flor de piel entre los más jóvenes, con algo que un porcentaje desmesurado de la masa use como algo cotidiano...


¿Quién no tiene, al menos, un par de Converse en su zapatero?

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